Julia Piera presenta "Grinda y Mórdomo" FCPJH

Grinda y Mórdomo completa la Trilogía del viaje, iniciada con sus libros Puerto Rico digital y B de Boston. En esta travesía Julia Piera se plantea la construcción de una memoria histórica medioambiental. Lo existencial diluido en el poso del lenguaje, intersecciones, nudos de cuerpos sociales y cuerpos de agua, palabras como células inscritas más allá de la razón para explorar el espacio público y el contacto privado de la intimidad en dos geografías costeras europeas: la isla de Grinda, en el archipiélago de Estocolmo, y Mórdomo, una pequeña aldea en la Costa da Morte gallega.

Cosmogonías poéticas que incorporan los ámbitos de agua conectados: cuerpos, paisajes y criaturas conjurados como bien común a preservar. El efecto que los vertidos tóxicos tienen sobre el medioambiente natural y social fundamenta un poemario en el que la creación y el amor surgen como limpieza, regeneración y renacimiento.  

ANOCHECE Y SE DETIENE EL HORIZONTE. Las algas regresan al fondo del mar, desaparecen las rocas al vuelo y se inaugura el baile, silencioso, de los cactus. Entra, dices, y abres los labios. Palabras que colectas del día. Voces fértiles, susurros. Fuego para sujetar la oscuridad. Llamas extensas como océanos. La noche es la sombra del sol, dilatada. Ven y bebe de la fuente de Khidar, estos son tus ojos.


TUS LABIOS EN LOS OJOS. Los peces, los caracoles, las algas. El cementerio de algas. Tus manos que saludan la forma de las rocas, que hierven crustáceos y que hablan. Hablan de recolectar la sal del océano para plantar las algas mañana. Que floten de nuevo, al agua. No temen tus manos, huecas de cazar saltamontes, la huida de la razón. ¿Debo correr? ¿Debo escapar? Tú respondes: sí, los dos.


TE ADENTRAS EN EL MAR; PERSIGUES LA CARAVANA DE ANIIMALES. Jirafas, toros y un becerro. Es un becerro plateado. Yo me encaramo en una torre de adobe con inscripciones jerogíficas, que se mantienen allí, en el mar. Busco el rastro de la razón. 

(De Grinda y Mórdomo)