Wed, 04 Mar
C/ José Hierro 7, 28905 Getafe, Madrid
18.00
Ciclo Merienda con autor
Aulas de la FCPJH, 18:00
Es tal la vocación acogedora y familiar de la FCPJH que va más allá del ciclo Encuentros y se abre a esta Merienda con autor, también de periodicidad mensual. Sin los formalismos habituales, aunque con el rigor y el cariño consustanciales a estas ocasiones, los creadores de los talleres tomarán las riendas del encuentro. Algunos de ellos se encargarán de preparar una charla a la altura del buen hacer poético del invitado, y otros tantos organizarán la parte práctico-lúdica, preparando un pequeño catering que amenice la tarde y complete el gusto de la reunión.
“El ‘deseo de realidad’ –decía el crítico y poeta Luis Muñiz, hablando de El sentimiento de la vista– preside la obra de Miguel Casado desde su primer poemario, Invernales (1985). Y aunque parezca que la textura objetiva de sus poemas apenas se ha modificado en estos treinta años, su escritura ha ido registrando importantes cambios, tanto más notables cuanto que se trata de un producto tan consolidado en su actitud de despojamiento y depuración –en su voluntad de permanecer fiel a los detalles y a la presentación– que hace de los cambios proezas difíciles de ejecutar”. Y a esta valoración añade Luis Muñiz este apunte radical –y quizá polémico– sobre la lengua de los poemas: “Hablo de presentación, selección, intensidad (énfasis) y concentración, a sabiendas de que son nociones que se emplean más a menudo en la crítica de la prosa que en la del verso. Pero ante una escritura que se conjura tan disciplinadamente para rehuir los vicios poéticos más contagiosos (inexactitud, fraseo inane, fingimiento) resulta conveniente recordar aquella vieja máxima poundiana que incitaba a los poetas a escribir para merecer las virtudes de la prosa”.
Para hablar de todo ello en la poesía de Miguel Casado –desde la evolución en el tiempo a las opciones de escritura– ofrece una buena ocasión Allí donde nombraste la estepa, antología preparada por el propio autor, textos seleccionados de sus libros entre 1984 y 2004, todos salvo el más reciente, El sentimiento de la vista.
Aprendo nuevas palabras abstractas:
hermanas, este mes, padre, los niños,
y también concretas: ayer, mañana,
Pablo, frío, tengo la cabeza flotante.
Como no hay normas es difícil
distinguirlas, ir asumiendo el pulso
personal que las dibuja, las hace
singulares o las deja en la oscuridad.
La pérdida de la expresión en algo
se parece a sus momentos más agudos,
una corriente química
que depende del azar. Solo
hay encuentro si se acierta; la distancia
no conoce medida en otro caso. Un zumbido
y una apariencia de humo
atrae la vista hacia el balcón,
donde sube circularmente el agua
que va regando el césped, las rosas
al principio del otoño.
Miguel Casado (Valladolid, 1954) es poeta, crítico y traductor. Su obra poética comprende Invernales (1985), La condición de pasajero (1986), Inventario (Premio Hiperión 1987), Falso movimiento (1993), La mujer automática (1996), Tienda de fieltro (2004) y El sentimiento de la vista (2015). Ha dedicado su atención crítica especialmente a la poesía española contemporánea y a cuestiones generales de poética, en libros como Del caminar sobre hielo (2001), La poesía como pensamiento (2003), La experiencia de lo extranjero (2009), La palabra sabe (2012), La ciudad de los nómadas (2018) o Un discurso republicano (2019). Ha traducido, entre otros poetas, a Arthur Rimbaud, Francis Ponge, Bernard Noël o Gastāo Cruz, y ha sido miembro de revistas como Los Infolios, El signo del gorrión o Hablar/Falar de Poesia.
La antología Allí donde nombraste la estepa ha sido publicada en la colección Ultramarina, de Mochuelo Libros (Toledo, 2019).
Fotografía: Marco Temprano