Thu, 13 Dec
C/ José Hierro 7, 28905 Getafe, Madrid
19:30
Ciclo Panorama Literario
Auditorio del Centro, 19:30
Acompañada por Juan Zafra
"Es difícil explicar, "justificar", por qué se escribe un libro, y no menos describirlo, decir en qué consiste (toda aproximación de este tipo miente inevitablemente, en tanto inventa, pues decir lo indecible es un modo de invención). Pero voy a intentar, al menos, hacer un "relato" lo más "objetivo" posible.
Descendimiento nace por varias razones:
a) Mi interés, mi pasión por la pintura y por la relación de esta, que siento como muy íntima, con la poesía.
b) Mi fascinación por un cuadro en particular: Descendimiento, de Rogier Van der Weyden, que he podido contemplar tantas veces en El Prado y que es para mí, desde la primera vez que lo vi siendo adolescente, epítome de lo que entiendo como pintura.
c) Mi necesidad de internarme y de darle palabras a un proceso personal, a un doloroso "descenso" tras una "muerte" emocional (no plenamente consciente).
d) La imposibilidad de hacerlo sin apoyo, sin ¿ayuda?, sin un ¿reflejo?, sin algo que hablara por mí: el cuadro de Der Weyden se convirtió en un compañero iluminador.
El libro no es, desde luego, únicamente un texto ecfrástico: no se limita a eso. El cuadro es a veces causa, a veces pretexto, muchas espejo... y, en todo momento, un "interlocutor". No me gusta esa palabra -la hemos vaciado demasiado-, pero quizá es la que más se ajusta a lo que quiero expresar: una compañía que escucha, y que habla.
Descendimiento consta de dos partes. Una, titulada simplemente Descendimiento, abierta, libre y extraña, en la que entro y salgo del cuadro, entro en él, salgo ¿de mí?, y viceversa. Y una segunda, titulada Descendimiento (Oratorio), en la que los personajes del cuadro hablan, toman la palabra (siempre en poemas), en lo que querría ser el texto de un Oratorio musical al modo de los barrocos de Bach o Händel."
Ada Salas
Debajo de la piel
corre la sangre. Debajo del color
el blanco del estuco.
La luz.
La transparencia.
Otro poco
de aceite
para
que lo vivo
aflore entre lo muerto.
El pulso de esa mano. La savia
de ese roble. Un pequeño gusano
que crece en esa herida
una abeja
que zumba
en ese corazón.
Quién se atreve a decir que todo está cumplido.
Cuando va a anochecer
los vencejos invaden esta sala
vacía.
(Cáceres, 1965) ha publicado los siguientes libros de poesía: Arte y memoria del inocente (1988, Universidad de Extremadura, Premio “Juan Manuel Rozas”), Variaciones en blanco (1994, Hiperión, Premio “Hiperión”), La sed (1997, Hiperión), Noticia de la luz (2003, Escuela de arte de Mérida), Lugar de la derrota (2003, Hiperión), Esto no es el silencio (2008, Hiperión, Premio “Ciudad de Córdoba”), No duerme el animal (2009, Hiperión), que recoge la casi totalidad de su obra hasta ese momento, Limbo y otros poemas (Pre-Textos, 2013). Y en colaboración con el pintor Jesús Placencia, Ashes to Ashes (Editora Regional de Extremadura, 2011),) y Diez Mandamientos (La Oficina ediciones, 2016). En 2016 la editorial Fondo de Cultura Económica sacó a la luz la antología Escribir y borrar, que incluye también una selección de su obra ensayística, entre la que cabe destacar el libro de prosas acerca de la escritura poética Alguien aquí (Hiperión, 2005) y El margen, el error, la tachadura (de la metáfora y otros asuntos más o menos poéticos) (Diputación de Badajoz, Premio de ensayo “Fernando Pérez”, 2011). Junto con Juan Abeleira ha traducido A la Misteriosa y Las tinieblas de Robert Desnos (Hiperión). Tres de sus libros han sido traducidos al sueco, y una de antología de todos ellos, al italiano.